Un equipo de un reality show de fantasmas llega a un hospital donde supuestamente hay actividades paranormales. Al principio vemos cómo van revisando el lugar, acomodan cámaras donde se supone se registra mayor actividad, pero al mismo tiempo vemos que el show es también un fraude, se inventan entrevistas, tienen un psiquico falso, etc.
Al llegar la noche se encierran bajo llave y piden al encargado que los vaya a buscar al amanecer, entonces empiezan a suceder cosas raras y las cosas se ponen bastante mal.
La atmósfera de la película es bastante claustrofóbica y siniestra, el suspenso se mantiene a tope durante un
buen rato y nos mantiene al filo del asiento.
Lo que sucede con este tipo de películas es que cada vez son menos originales, se adivina cómo va a terminar y ya sabes que esperar de cada escena y luego tienen que recurrir a cosas tan irreales, como el final. Pero en fin, el filme no es malo, entretenido y con buenos sustos. Creo que debemos a acostumbrarnos a ver este género hasta que se cansen los productores de explotarlo. Dicen que la segunda parte es mejor, quién sabe, creo que ya vi suficiente.
Calificación: Sustos: 8/10 Sangre: 8/10 Suspenso: 8/10 Promedio: 8.00
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